Hace unos
años el Sr. Jeon, coreano de 70 años de
edad y capitán de marina mercante jubilado,
se acercó a nuestras clases de la Ciudad Deportiva Lanzarote, para decirnos que
quería inscribirse, para aprender karate.
Nos contó
que había estado mal de salud, pero que en esos momentos se encontraba bien y quería empezar a entrenar.
Durante los
entrenamientos fue un ejemplo para todos de humildad y dedicación. Recuerdo que
en muchas ocasiones tenía que pedirle que bajara el ritmo de trabajo y
descansara un poco. Pero él se ponía a parte y seguía
practicando solo.
Muchos se
acordarán de él, cuando esperaba junto a sus
compañeros, a que acabara la clase de los niños, para entrar a la suya.
El año pasado dejó de entrenar y por las fechas de Navidad me llamó para comer
juntos, tuvimos una conversación muy agradable. Me hablaba de la buena comida, de la comida sana. Yo le preguntaba por la comida coreana. Fue la última vez que le vi.
Últimamente, en clase, comentábamos con preocupación cómo estaría Jeon, pues no sabíamos nada de él.
Su teléfono no funcionaba y nos temíamos lo peor.
Ahora hace
unos días, me entero con mucha tristeza, por un amigo común, que había fallecido
hace ya un tiempo.
Queremos,
con esta nota, hacerle un pequeño homenaje y agradecerle que tuviéramos la
oportunidad de conocerle y de entrenar juntos.
Jeon,
descansa en Paz.
La directiva y sus compañeros de clase